En este trabajo
conoceremos la Historia de la Música a través de los tiempos, y de su evolución
e importancia en nuestra sociedad.
Viajaremos desde
Oriente, pasando por la India y Europa conociendo las distintas épocas de la música
clásica, opera y compositores mas famosos...
Conoceremos desde el
simple sonido del tambor más prehistórico hasta la música con sintetizador más
avanzado de nuestra época...
¿Qué
es música?
Música es lo que usamos para describir
las secciones de una composición musical extensa, generalmente de
carácter instrumental.
Una dificultad importante a la
que se enfrentaron los compositores de los siglos XV y XVI fue cómo hacer para
que su música llegara más allá de la exposición de una melodía corta o de una
idea musical. Una de las soluciones fue la forma de la variación, en la que el
tema repetido está sometido a unas variaciones cada vez más elaboradas. Otra
manera consistía en escribir dos piezas cortas que se debían tocar la una
después de la otra. Uno de los rasgos dominantes de la música para virginales,
laúdes y conjuntos de instrumentos fueron las parejas formadas por pavanas y
gallardas.
A partir de estos ejemplos
evolucionaría la suite del barroco, que básicamente consistía en un par de
danzas pareadas como la alemanda (lenta), la courante (rápida), la zarabanda
(lenta) y la giga. Estos cuatro movimientos formaban el esquema central de gran
parte de la música instrumental, de cámara y orquestal, de Bach, Händel y sus
contemporáneos.
El clasicismo, que vino a
continuación en el siglo XVIII, se basaba menos en la elaborada polifonía del
contrapunto que en la melodía, y se apoyaba en un sistema relativamente simple
de acordes progresivos. Pero, aunque sencilla, las convenciones del clasicismo
respecto a las progresiones armónicas le permitieron alejarse, sin esfuerzo
alguno, de la tonalidad base mediante una serie de centros tonales de cambio,
de una manera que se demostró grata al oído. Además, los cambios de tonalidad
permitían a los compositores desarrollar el tema de forma más extensa dentro de
un mismo movimiento, sin que la música aburriera.
Una sinfonía, una sonata o un
cuarteto de cuerda de este periodo se compone en esencia de cuatro movimientos
opuestos, cuidadosamente equilibrados para mantener la atención del oyente. El
primer movimiento suele ser el más largo y puede tener una breve introducción.
El segundo movimiento es por lo general el más lento, y suele estar escrito en
una tonalidad diferente (aunque con una relación cercana. El tercer movimiento
es un minué convencional, en compás triple, diseñado para introducir algún tipo
de relajación y ligereza; mientras que el cuarto y último solía ser el más
ligero y menos intenso de todos. A veces consistía de un tema con variaciones.
La mayoría de las sinfonías,
sonatas y música de cámara de Haydn, Mozart y Beethoven se ajustan a este
modelo de movimientos. En los siglos XIX y XX la estructura y el carácter de
estos movimientos ha cambiado hasta tal punto que es casi irreconocible. Sin
embargo, la división de una obra extensa o grande en movimientos separados
sigue siendo un rasgo casi universal.